GALLINAS ENANAS
A pesar de la aparición de las gallinas gigantes, las poblaciones de ejemplares pequeños como los originarios, sobrevivieron. Donde se ha conservado la mayor variabilidad de tipos pequeños ha sido en China y Japón. Éstos no fueron conocidos en Europa hasta mediados del siglo XVIII y, en algunos casos, incluso habían experimentado una selección para reducir su tamaño y buscar formas caprichosas, como es el caso de la Nagasaki.
La aparición en Europa de gallinas pequeñas procedentes de oriente, inició la tendencia a reducir las gallinas grandes y a tener que clasificarlas en razas. Para ello se las tuvo que cruzar con los tipos originales y pequeños, para empequeñecerlas y seguir seleccionando hacia tamaños pequeños reconstituyendo el patrón de los grandes. Éste es el hecho que justifica la terminología de nanificación y de gallina enana, a lo que se suma el hecho de que la mayor parte de las razas de gallinas pequeñas se han obtenido con este procedimiento.
El número de razas que procede directamente de formatos pequeños es bajo. La razas enanas se podrían clasificar en tres grupos: las que conservan el tipo pequeño original; las obtenidas buscando tamaños menores y tipos caprichosos; y las verdaderamente nanificadas.